La protección a los menores de edad en Internet es "la máxima prioridad" para la Policía Nacional, que ha constatado que el 25% de los delitos denunciados e investigados afectan a este sector de la población, explicó ayer en la capital el director general de la Policía Nacional, Ignacio Cosidó, en la inauguración de las Jornadas sobre Delitos Tecnológicos, organizada en por el sindicato Confederación Española de Policía (CEP) de Zamora.

El 80% de este tipo de delitos son de carácter económico, como fraudes y estafas, mientras que el 20% restante está relacionado con las infracciones que afectan a personas, como el honor y las amenazas. En este marco, Cosidó detalló que "el 25% de las investigaciones que hace la policía" sobre ciberdelitos "tiene que ver con la explotación sexual y están relacionados con menores". Precisamente, en la lucha contra este tipo de ciberdelincuencia demuestra que la Policía Nacional de España "está entre las diez mejores del mundo en la resolución de este tipo de asuntos", abundó Cosidó, con "un alto porcentaje de los detenidos".

En consonancia con la mayor implantación de las redes sociales entre la ciudadanía, esta clase de delincuencia va ganando terreno a la tradicional, si bien el índice de denuncias no se corresponde con la mayor incidencia, de modo que, Cosidó invitó a que se denuncie, "aunque esto es complicado porque nos aumenta la estadística", dijo para destacar de inmediato la importancia de que esos "delitos ocultos" se pongan en conocimiento de la policía, ya que solo un dos por ciento del total de las infracciones que se investigan son de ciberdelincuencia.

El director general subrayó que "esa información es básica para que nosotros podamos actuar y combatir esa delincuencia". Las encuestas efectuadas desde la Dirección General de Policía apuntan que tres de cada cuatro ciudadanos ha sido víctima de un delincuente informático. La respuesta de la Policía Nacional está siendo "muy eficaz, tenemos una Unidad de Investigación Tecnológica que está entre las mejores del mundo",

El cibercrimen es una de las máximas prioridades de la Policía Nacional, junto con el terrorismo, la delincuencia económica, la trata de seres humanos y la violencia contra la mujer y en la familia. Y es que los delitos de este tipo han aumentado en los últimos cuatro años en un 60%, mientras que los violentos descendieron más de un 30%, lo que implica que la delincuencia usa cada vez más las nuevas tecnologías.

Cosidó destacó la importancia de la formación de los agentes como "elemento clave para poder perseguir estos delitos y tener una policía más eficaz y moderna". En lo que respecta a la prevención de aquellos que afectan a los menores de edad, el director general apeló a la colaboración y cooperación de la familia, que debe controlar el uso de Internet de sus hijos, de los centros escolares y la policía.