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Un turista nica en Las Isletas

Desde niño aprendí a conocer los canales de Las Isletas y admirar, en cada vuelta, su exuberante vegetación e incomparable belleza natural.

Desde niño aprendí a conocer los canales de Las Isletas y admirar, en cada vuelta, su exuberante vegetación e incomparable belleza natural.

A mediados de los años sesenta la familia de mi padre adquirió una pequeña isleta llamada Poponjoche, por un árbol que allí creció. Desde entonces he surcado los canales de Las Isletas por casi cincuenta años, de día y de noche, a bordo de diferentes embarcaciones de la familia y propias, sorteando los corrales de piedra visibles y los traicioneros a flor de agua.

Navegaba a lo largo y ancho la Península de Asese, pero no con los ojos de un turista, sino con los ojos de un nica orgulloso, llevando a amigos y turistas extranjeros, en cualquier fin de semana, o días festivos y hasta en ocasiones muy especiales, como al paseo de las bodas de mis hijas. Pero nunca lo hice con los ojos de un turista en su propia tierra.

Recientemente tuve la ocasión de hacerlo nuevamente, pero esta vez desde la perspectiva de un turista atendido irónicamente en Las Isletas por tres ciudadanos franceses.

Al primero, David Goldmann, propietario de la embarcación Surant, con quien tres parejas de amigos tomamos un tour mágico de cinco horas diurno-nocturno con cena incluida en la Isla Zopango, le mandé el siguiente mensaje de agradecimiento que resume nuestra travesía:

Déjeme decirle, que mis expectativas del viaje —que ya de por sí eran muy altas— luego de las excelentes recomendaciones de una pareja de buenos amigos, y tras haber estudiado cada palabra y cada foto en su página web: isleta.wix.com/surant, se quedaron cortas ante la realidad.

He navegado toda mi vida sobre las aguas de nuestro Mar Dulce a toda hora y en una época solía navegar de noche por los canales de Las Isletas, pero nunca había tenido la oportunidad de disfrutar el panorama de encanto que se presenta a nuestra vista a baja velocidad, relajados, con tan finas atenciones y en tan agradable compañía.

Como si fuera poco, el tiempo que a veces no coopera, fue inmejorable, tanto por la tarde como por la noche: calmo, claro y una luna llena saliente en el este, balanceándose con el sol poniente en el oeste. Una romántica escena que pudo haber sido la inspiración de un gran poeta.

Y sobre su nave, Surant, un pedazo de nuestra historia lacustre trasladado a tiempo presente, para ver sus mejores días surcando majestuosamente, sin prisa, sin ruido, las cálidas aguas de los canales de Las Isletas, mientras las otras naves se desplazan a toda velocidad, con sus motores a tope y con la música estridente resonando y trastocando la calmura, como si fueran discotecas flotantes.

A los otros dos ciudadanos de origen francés, don Mauro Bersani y su esposa Roselyne, quienes nos acogieron en su idílica Isla Zopango, un pequeño trozo del paraíso, en nombre del grupo les escribí lo siguiente:

Quiero agradecerles por sus finas atenciones y los altos estándares ecológicos que tienen en la Isla, lo cual les ha valido una excelente reputación, porque como todo turista moderno, he podido comprobar, al estudiar su sitio web nicaraguadulce-ecotourism.com, que ustedes han atendido a importantes dignatarios extranjeros, los que seguramente se han ido maravillados, no solo por la exuberante belleza del paisaje, sino por el cuidado meticuloso para que sea sostenible.

Como nicaragüense, como periodista y amante del turismo y de las bellezas naturales de este país, me siento agradecido que existan personas como ustedes, que saben apreciar y valorar, cada piedra, cada árbol y cada pájaro que se posa sobre sus ramas. Muchos nicaragüenses no aprecian ni cuidan la naturaleza como lo hacen ustedes.

He escrito este artículo testimonial con el único afán de reconocer el trabajo en pro del desarrollo turístico que hacen algunos pequeños inversionistas para atraer el turismo de alta gama a nuestro país, ofreciendo una experiencia única, en donde la calidad del servicio va a tono con los más altos estándares ambientales.

Ya son muchos los que lo han logrado, con esfuerzo propio, usando la imaginación y el internet, pero más importante: la publicidad boca a boca, que es siempre la más efectiva.

El autor es diputado de la Bancada Alianza PLI y presidente de la Comisión de Turismo.

Columna del día Las Isletas turista nica archivo

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COMENTARIOS

  1. Hace 9 años

    Siempre es importante disfrutar a lo grande de las bellezas nicaraguenses que hemos heredado!

    Todos estamos cordialmente invitados a apoyar la economía de nuestro país, visitando las diferentes atracciones naturales y gozando de privilegios en tarifas para nosotros todos los nicaraguenses!

  2. Ramona
    Hace 9 años

    Buenos ciudadanos se encuentran en todas partes, pero ciudadanos extranjeros que quieran más al país, que los mismos nativos, pocas veces, pero los hay.

  3. Hace 9 años

    Es una lastima que hemos tenido el Lago Cocibolca por miles de decenios y que hemos hecho….nada..solo destruccion, contaminacion, matando los peces y como vertiente de aguas sucias. para colmo los campesinos y ganaderos hand despalado y sedimentado haciendo el lago menos profundo y sucio. Gran Canal podemos generar reforstacion, mas aguas de Atlanta, mas proteccion para evitar las aguas sucias de Granada y Managua y tambien generacion de empleo y turismo. Pero algunos se openen…que locura

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