La “oposición” de Nicaragua se encuentra hasta el día de hoy tan desprestigiada, que según la encuesta MyR Consultores más del 60 por ciento de la población opositora ya no confía en ella.
Por eso mismo yo me integré al Partido de Acción Ciudadana (PAC), para formar parte de un partido que busque el cambio, en el que toda esa población joven, liberal e independiente que está descontenta, tenga una opción integrada por jóvenes líderes que buscan el cambio en nuestra querida Nicaragua.
Como joven he recibido injurias y calumnias de ciertas personas que buscan desmotivarme, creyendo que de esa forma me retiraré de la política, pero más bien me motivan a luchar por los derechos de nosotros: la juventud y toda la gente que nos ha apoyado.
Hoy en día el mundo ha cambiado. Si vemos, en España salió un movimiento político llamado Podemos que se ha convertido en la sensación. En Costa Rica ganó el PAC las pasadas elecciones presidenciales. Por lo tanto soy fiel creyente de que también en Nicaragua la gente quiere un cambio de rumbo y directriz.
Al hablar de un cambio me refiero a que la gente quiere ver nuevas caras, quiere nuevas opciones en la cual pueda confiar. Opciones que puedan promover y proponer obras de progreso, invertir más en educación y atraer la inversión extranjera para que existan nuevos trabajos para todos aquellos jóvenes graduados que salen de la universidad y al buscar un empleo no lo encuentran. 7 de cada 10 jóvenes buscan emigrar a otro país con la intención de encontrar un trabajo.
La mayoría de la población nicaragüense es joven, pero en la política los jóvenes somos los que menos participamos por tan solo dos factores:
1) La generación anterior lucha a toda costa con tal de no darnos espacio, ya que temen en que les quitemos su rol político.
2) No existe un líder de verdad que nos motive a participar, ya que los actuales líderes están con la opinión pública hasta el piso.
Por eso es que hago un llamado a todos los jóvenes de Nicaragua, a que trabajemos por la construcción de una fuerza política que busque el cambio, que se preocupe por promover el desarrollo de nuestro país. Los llamo a que no caigamos en la trampa de la politiquería barata, que es la que juegan muchos políticos nicaragüenses, de atacarse unos a otros de una forma grotesca, convirtiendo los chismes en el día a día de la política de nuestro país.
Trabajemos por la construcción de una Nicaragua de progreso, una Nicaragua de cambio, una Nicaragua que atraiga a todos esos miles de jóvenes que no tienen afiliación partidaria, que buscan trabajar en pro del cambio de nuestra querida Nicaragua. Sin duda será un largo camino, pero Dios no te hubiera dado la capacidad de soñar sin darte también la posibilidad de convertir tus sueños en realidad.
En Venezuela, hace años los partidos tradicionales eran los más fuertes pero al aparecer el relevo generacional se fueron convirtiendo en partidos pequeños. Ahora los que trabajaban por construir una nueva opción política, como Henrique Capriles o Leopoldo López, convirtieron sus partidos políticos jóvenes en los de mayor simpatía en la población opositora, constituyéndose en una oposición progresista.
Si no trabajamos los jóvenes por el cambio, si no trabajamos por un cambio de sistema, entonces ¿quién lo hará?
Tengamos esperanza en poder aportar por el futuro de nuestros sucesores y corregir todo lo malo que nos están heredando nuestros antecesores.
El autor es miembro del Movimiento Intergeneracional Progresista.
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