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ING despedirá a 2.775 empleados en Holanda en los próximos tres años

La entidad espera ahorrar así 270 millones de euros anuales a partir de 2018

Isabel Ferrer
El logotipo de ING en la sede del grupo holandés en Ámsterdam (Holanda).
El logotipo de ING en la sede del grupo holandés en Ámsterdam (Holanda). EFE

ING acaba de anunciar el despido en Holanda de casi 3.000 trabajadores —entre empleos a tiempo completo y empleos a tiempo parcial—  para “agrupar los diferentes sistemas informáticos utilizados en nuestras operaciones bancarias, ya sea a través de Internet, centros de asistencia telefónica al cliente y diversas sucursales”. Así anunciado por la entidad bancaria y aseguradora holandesa, el recorte se hará efectivo a lo largo de los tres próximos años. La dirección espera ahorrar 270 millones de euros anuales a partir de 2018.

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Los recortes afectarán sobre todo a los departamentos administrativos y centros de asistencia telefónica, y servirán “para mejorar el servicio en un mundo cambiante donde los clientes usan cada vez más diversos canales (informáticos) para cubrir sus necesidades”, según Ralph Hamers, presidente de ING. En su opinión, los clientes no son solo lo más importante. “Hoy esperan efectuar sus operaciones bancarias a conveniencia y quieren soluciones fiables y simples”. Para mejorar la oferta, el grupo pretende volcar en un “único servicio digital” toda la información necesaria para que puedan automatizar sus transacciones. Hacer efectivo el cambio precisará de una inversión de 200 millones de euros entre 2015 y 2017.

ING tiene 53.000 empleados a escala mundial, de los cuales 16.000 trabajan en Holanda. Con 8,1 millones de clientes particulares y 600.000 empresariales, ganó 3.200 millones de euros netos en 2013 (un 22% más que el año anterior). Durante la crisis financiera, la entidad tuvo que ser rescatada por el Estado holandés, que desembolsó 10.000 millones de euros para evitar su caída. El préstamo fue devuelto el pasado noviembre, seis meses antes de lo previsto, y el grupo se definió entonces como uno “más pequeño y saneado”.

Para los sindicatos bancarios, la cuantía del recorte ha supuesto una sorpresa. “A pesar de que cada vez más gente echa mano de la banca digital, los despidos van demasiado rápido. Hace tres años se acordó que las cosas irían paso a paso. Ahora vemos que la reorganización ha pisado el acelerador”, han dicho sus portavoces.

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