Kaboom, la app a prueba de amigos cotillas con la que enviar mensajes que se autodestruyen

Actualizado: viernes, 31 julio 2015 9:42
icle class="NormalTextoNoticia" id="CuerpoNoticia" itemprop="articleBody">

   MADRID, 31 Jul. (Portaltic) -

   No sabemos si por el constante acecho de hackers en busca de datos confidenciales o simplemente por el de amigos cotillas, los usuarios cada vez reclaman más la opción de enviar mensajes que se eliminan de forma automática pasado un tiempo. Si hace pocos días conocíamos una extensión para mandar emails con fecha de caducidad, este jueves hemos asistido al lanzamiento de una aplicación con la que enviar mensajes que se autodestruyen a través de las redes sociales y de servicios de chat como Whatsapp.

   Se trata de Kaboom, una aplicación móvil gratuita desarrollada por la compañía Anchor Free a modo de extensión de su aplicación de software Hotspot Shield, que permite a los usuarios conectarse a Internet de forma segura y privada. Según sus creadores, no se trata de un competidor de Facebook o WhatsApp, sino de una herramienta de seguridad con la que dotar a los usuarios de un mayor control sobre sus publicaciones en las redes sociales y servicios de mensajería instantánea.

   Para utilizar el servicio, bastará con que el usuario inicie sesión en la aplicación a través de su teléfono móvil e introduzca su número de teléfono. A continuación, podrá enviar un mensaje de texto o imagen autodestructiva a través de Twitter, Facebook y otras tantas aplicaciones de terceros, que se mostrará con un enlace a Kaboom y será visible por cualquier persona, tenga o no cuenta en esta última.

   Una vez redactado, la aplicación permite al usuario introducir el periodo de tiempo tras el cual, el mensaje se destruirá, o bien introducir un número límite de visualizaciones. Llegado este momento y para hacerlo todavía más seguro, el mensaje se eliminará también de los servidores de Kaboom.

   No obstante, la aplicación, al igual que otras como Snapchat, sigue teniendo un inconveniente: las capturas de pantalla. Por esta razón, la mejor opción para no dejar rastro sigue siendo pensarse dos veces lo que se va a escribir, y directamente no enviar nada pasadas las 4 de la mañana de un sábado.