Leonardo Fernández: El país paralelo

thumbnailLeonardoFernandezMientras todos los venezolanos vivimos la angustia de pensar como rendir lo poco que ganamos para comprar los escasos alimentos que conseguimos, mientras pasamos la madrugada despiertos esperando si el agua se hace presente o mientras pasamos la noche en vela, sin luz, los maduristas insisten en reflejar una realidad paralela, una realidad ajena a los ciudadanos.

Solo hace falta escuchar las cadenas nacionales o regionales, observar la programación de los canales oficiales, para constatar el nivel de desconexión que existe entre el gobierno y los venezolanos. Esas falacias ya no convencen a nadie, solo causan irritación entre quienes oyen a un ministro hablar de las mejoras en el sistema eléctrico, después de pasar 3 horas en penumbras.

Cuando el vicepresidente dice que el cierre de la frontera ha mejorado el abastecimiento de alimentos, es una bofetada para quienes hoy seguimos haciendo cola por horas para obtener productos regulados. Tratar de esconder la verdad por medio de discursos oficiales es imposible ante el peso de una cotidianidad que no distingue ideologías o clases sociales.





No podemos sino indignarnos cuando en medio de la peor crisis que hemos padecido en Venezuela, nuestro servicio de inteligencia está ocupado descifrando presuntos mensajes ocultos en una paloma que se electrocutó en la frontera.

Con un gobierno tan distante de lo que realmente son las preocupaciones de sus ciudadanos, no hay posibilidad de que se tomen las medidas y se adopten las políticas que puedan mejorar la situación actual ¿Cómo puede el gobernador o el presidente representar la solución a la crisis, si ni siquiera son capaces de apreciar su dimensión?

Este vacío de liderazgo por parte de nuestros gobernantes, debe ser cubierto por los candidatos de la Unidad a las elecciones parlamentarias, y por todos aquellos que tenemos responsabilidades en el equipo que busca el cambio. La orfandad que sienten los venezolanos cuando sus gobernantes miran a otro lado ante sus problemas, es una gran oportunidad para demostrar que existe un conjunto de hombres y mujeres que trabajamos para mejorar el país.

Es nuestro deber desde la Unidad, convertirnos en la opción hacia donde dirigen la mirada los ciudadanos, en espera de una respuesta coherente frente a las calamidades que sufre la Nación. Acompañar a los venezolanos en su padecer diario y presentarle soluciones es nuestro reto, mientras el gobierno sigue aislado en ese país paralelo, que solo ellos conocen.