Cómo afecta el Brexit al medio ambiente

Líderes de opinión como David Attenborough creen que al perder el paraguas de la leyes de la UE la naturaleza británica se expone a serias amenazas

Horizontal

Central térmica de carbón de Soar, en Inlgaterra

Loop Images / Getty

El 52% de los británicos ha votado a favor de dejar la UE. Esto tendrá consecuencias inmediatas sobre la economía, el trabajo y la sociedad, como miles de artículos han reseñado ya. Pero hay un apartado importante que también experimentará cambios: el medio ambiente.

El primero en alzar su voz ha sido el más conocido divulgador de la naturaleza del Reino Unido, sir David Attenborough. El mítico presentador de la BBC, cuyos documentales han cautivado a la audiencia mundial durante décadas, considera que el Brexit es un riesgo para la conservación de la naturaleza.

Horizontal

David Attenborough es uno de los naturalistas y divulgadores més importantes del Reino Unido

Eamonn McCabe / Getty

Attenborough había evitado pronunciarse durante la campaña, pero tras conocer el resultado del referéndum ha mostrado su pesar: “Es triste. Espero que la cooperación en los asuntos de conservación trascienda las divisiones politicas”, ha afirmado, según publica The Independent.

Durante años, las normas comunes de la UE han obligado a los estados a cumplir altos estándares en temas como la polución atmosférica, la depuración de aguas, el reciclaje o el consumo energético. Además, la UE tiene un marco común para la protección de la vida silvestre por medio de la Directiva Aves, que data de 1979, y la Directiva Hábitats, de 1992, que ha servido para crear la Red Natura 2000 de espacios protegidos.

“Las golondrinas y el resto de las aves migratorias ya no van a ser miembros de la Unión”, afirma preocupado el presentador de la BBC, explicando que la conservación de la naturaleza no conoce fronteras y los esfuerzos que se llevan a cabo en un país pueden servir de muy poco si en los estados limítrofes las normas son otras. “Espero que las directivas de Aves y de Hábitats sigan aplicándose en el Reino Unido”.

Líderes del Brexit, contra el medio ambiente

Los temores de Attemborough no son infundados si se tiene en cuenta que los responsables políticos partidarios del Brexit tienen posturas marcadamente anti-ambientales. Nigel Farage, el líder de Ukip, ha afirmado en el pasado que el cambio climático no es un problema y está a favor de ampliar los límites de polución permitidos a las centrales térmicas. Por su parte, Boris Johnsson, ex alcalde de Londres y abanderado del Brexit, es conocido por sus opiniones negacionistas del cambio climático.

Para los expertos británicos, el Brexit hace temer por la permanencia de algunas leyes ambientales y, desde luego, no hace creer que vaya a mejorar la legislación. De hecho, un 88% de los profesionales del medio ambiente del Reino Unido afirma que un marco legal como el que aportaba la UE es necesario para mantener la calidad ambiental, según una encuesta llevada a cabo por IEMA.

El Brexit es 'una alerta roja' para el medio ambiente”

Friends of The Earth / Amigos de la Tierra

Las normas europeas son de aplicación para todos los estados, que tienen la obligación de trasponerlas a su propio ordenamiento jurídico y así ha ocurrido con el Reino Unido, que ha aprobado numerosas leyes de protección del medio ambiente cumpliendo con las exigencias de Bruselas. Lo que ocurre tras el Brexit es que, una vez fuera de la UE, el Reino Unido puede decidir modificar esas leyes, al no estar obligado por su compromiso internacional.

James Thorton, director de Client Earth, el grupo de abogados que forzó al Gobierno británico a mejorar los planes antipolución, ha afirmado a The Guardian: “El Brexit me deja muy preocupado por el futuro de la protección ambiental en el Reino Unido”. Por su parte, el líder de la ong Friends of The Earth ha afirmado que el Brexit es “una alerta roja” para el medio ambiente.

Pesca, agricultura y energía

Hay tres grandes políticas europeas en las que el Reino Unido puede empezar ahora a actuar por su cuenta: la Política Pesquera Común (PPC), la Política Agraria Común (PAC) y la política energética y de control de emisiones de gases de efecto invernadero. Respecto a la Agricultura y la Pesca, las normas de la UE han primado durante décadas la producción y eran criticadas por los ecologistas por no ser sostenibles.

Horizontal

Zona costera cerca de Kynance Cove, en Inglaterra

Geography Photos / Getty

Sin embargo, las últimas reformas de la PAC y la PPC habían incluido una mayor sensibilidad por el medio ambiente. Pero este cambio hacia la sostenibilidad de las normas europeas no tendrá implicaciones obligatorias en el Reino Unido tras el Brexit, como expone Damian Carrington, jefe de medio ambiente de The Guardian, en un análisis publicado en el diario.

Londres puede decidir aumentar las cuotas de pesca - al menos en sus aguas territoriales - o satisfacer las demandas de los productores agrarios hacia una mayor intensificación y una menor protección ambiental. Un caso claro es, por ejemplo el del uso del glifosato, un herbicida perjudicial para la vida silvestre y dañino para la salud humana según la OMS. Mientras en Europa se debate si prohibirlo ya o en dos años, en Reino Unido hay una fuerte presión de los sindicatos agrarios para mantenerlo y los británicos podrían decidir permitirlo aunque se prohibiera en el resto de la Unión. (Ver artículo en La Vanguardia).

De hecho, la secretaria de Medio Ambiente del gobierno británico, Liz Truss, publicó una carta abierta en días pasados afirmando que el Brexit podría ser “un paso atrás en la protección de la campiña británica”.

Horizontal

Oveja negra en las islas Shetland, en Escocia

Loop Images / Getty

Respecto a la energía, no está nada claro lo que ocurrirá a partir de ahora. Los compromisos para limitar las emisiones de CO2 del Reino Unido están aprobados dentro del frente común de la UE en las negociaciones internacionales del clima.

Si decide ir por su cuenta, Londres podría apostar por una estrategia energética distinta. Así, mientras la UE ha decidido rebajar el peso del carbón en el mix y poner fecha al desmantelamiento de centrales, Reino Unido puede ahora apostar por ellas.

Horizontal

La ciudad de Londres parcialmente afectada por la contaminacíon atmosférica

Mary Turner / Getty

En ese sentido, Caroline Lucas, portavoz del Green Party británico, afirma que el Brexit ha sido también un “referéndum climático” y está convencida de que dejar la UE perjudicará la lucha contra el calentamiento global en el Reino Unido. De hecho, nada más conocerse el referéndum, ha llegado la primera noticia de peso. Siemens ha anunciado que deja en stand by sus planes de construcción de plantas eólicas en el Reino Unido.

El gigante germano de la energía no ve claro cuál será el panorama ahora y no quiere arriesgar inversiones.

Valoración desde la Fundación Renovables

Una lectura muy interesante de lo que supone el Brexit la ofrece el español Domingo Jiménez Beltrán, actual presidente de la Fundación Renovables y que, desde los años 90, ocupó puestos de alta responsabilidad en la UE como director de la Agencia Europea de Medio Ambiente. Desde su punto de vista, el Reino Unido ha tenido siempre un estatus especial en la UE y no ha ayudado a mejorar las políticas ambientales comunes, empleando su excepcionalidad para bloquear mejoras y hacer realidad una UE de dos velocidades.

La salida del Reino Unido es, en materia energética, una oportunidad para una nueva Unión Europea”

Domingo Jiménez BeltránFundación Renovables

Londres se opuso, recuerda el ex director de la Agencia Europea de Medio Ambiente, a la creación de impuestos sobre combustibles fósiles y ha defendido la opción nuclear en vez de las renovables como sustituto de los combustibles fósiles.

“La salida del Reino Unido es, en materia energética, una oportunidad para una nueva UE: la Unión Energética con una Política Energética Común y una UE más vigorosa y cohesionada con la energía como vector de cambio”, afirma Jiménez Beltrán.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...