Luis Suárez está que se sale. El delantero uruguayo ha confirmado con su implicación y con su rendimiento en la pretemporada que aspira a que su segunda temporada en el Barça sea tan exitosa como la primera y, por supuesto, menos accidentada, sobre todo porque será completa. La plantilla azulgrana regresó de su gira por Estados Unidos con una sola victoria en sus duelos ante Los Angeles Galaxy, Manchester United y Chelsea y pese a ello ha dejado muy buenas sensaciones, también entre el staff técnico que lidera Luis Enrique. Una de ellas es precisamente la impresión que ha dado Suárez en todo lo que distingue a un crack de primerísimo nivel como el uruguayo: actitud, físico, determinismo y liderazgo.
Ante la ausencia de Leo Messi y Neymar en toda esta primera fase de la pretemporada, Suárez ha redoblado su ya merecida jerarquía predicando con el ejemplo, presionando en la recuperación del balón como el que más, dando órdenes con autoridad a sus compañeros de línea más jóvenes como Munir El Haddadi o Sandro Ramírez y pidiendo la pelota para tirar las faltas que, con el genio argentino o el crack brasileño sobre el césped, normalmente no serían para él. En los 175 minutos que ha estado en la cancha (45 ante los Galaxy de Steven Gerrard, 68 frente al United de Louis Van Gaal y 62 contra el Chelsea de José Mourinho y Cesc) ha marcado dos dianas (una cada 87 minutos), pero esa cifra no hace justicia con lo mucho que ha ofrecido al equipo de Luis Enrique en lo que va de verano.
Dos postes ante el United
Para empezar, tiró dos balones a los postes, uno de ellos tras ejecutar magistralmente un golpe franco directo ante el Manchester. Contra el Chelsea, un gran Courtois le privó de algún gol más aparte del que marcó, picando con maestría el balón sobre el meta belga. El pobre central Zouma quedó retratado por el charrúa.
En San Francisco, penúltima parada de la gira americana tras Los Ángeles y antes de Washington, Suárez ya admitió que “las sensaciones están siendo buenas pese a faltar muchos jugadores”. “La forma de jugar del equipo siguió siendo la misma”, celebró antes de reiterar su objetivo, lo que le trajo al Barça: “Queremos seguir logrando cosas importantes”.
‘No’ de FIFA, acicate azulgrana
Sólo hay un disgusto reciente: el revés que supuso para Suárez que la FIFA no revisara su sanción y que le está impidiendo jugar con la selección uruguaya. Pero eso se transformará en un deseo de revancha del que se beneficiará el Barça. Su espera para vestir de celeste se alargará hasta marzo de 2016, con un Brasil-Uruguay clasificatorio para el Mundial 2018. Mientras, el Barça colma sus deseos de gloria.
La temporada pasada, ya se desquitó de su ostracismo obligatorio con el triplete. En su primer curso como culé no pudo debutar hasta finales de octubre y, pese a perderse 17 de los 60 partidos que jugó el Barça, sus cifras ayudan a explicar también los títulos azulgrana: en los 43 partidos que disputó, anotó 25 goles (16 en la Liga, siete en la Champions League y dos en la Copa del Rey) y dio 21 asistencias (14 en la Liga, 3 en la Champions y 4 en la Copa).
El curso 2015-16 será, por tanto, el primero que Suárez podrá disputar íntegramente con el Barça. Hay seis títulos en juego y, viendo al ‘9’ con ese afán y ese nivel, añadiéndole el regreso de Messi y Neymar, todo es posible