La Liga de Fútbol Profesional ha hecho llegar al Comité de Competición de la RFEF, para su estudio y posible sanción, los cánticos y actitudes violentos, racistas, xenófobos o intolerantes registrados por los informadores arbitrales a lo largo de esta pasada jornada.
En esta ocasión se presenta denuncia contra tres recintos deportivos, uno de Primera y dos de Segunda. En Mestalla, donde se disputó el Valencia-Sevilla, los informadores destacan tres tipos de incidentes. El primero, cuando en las inmediaciones del estadio y antes del partido un "grupo mayoritario de aficionados" entonó "en cuatro ocasiones y de forma unánime" el grito "puta Sevilla, puta Sevilla", al tiempo que encendían bengalas.
Durante el partido, en la grada denominada Gol Sur "de forma coral y corordinada" se entonó el siguiente cántico: "Es un borracho, Banega es un borracho". Y en la misma zona y de la misma forma, unos minutos después, se canto "Unai canalla, fuera de Mestalla".
El informe destaca que durante la semana el Valencia había desarrollado una campaña contra la violencia en el fútbol y que en Mestalla hubo mensajes en este sentido.
En Segunda se recogen las bufandas del grupo Supporters, del Betis en el partido del Villamarín ante el Sabadell, con esta leyenda: "Sevillista hijo de puta".
Y en El Molinón se subraya la exhibición de una pancarta contra la directiva local ("Ayto. no más concesiones a esta panda de ladrones") que estuvo "desplegada durante aproximadamente 5 minutos" antes de ser retirada por personal de seguridad. Y también se destaca que los Ultra Boys corearon gritos en contra del director general del club, Alfredo García Amado: "Amado, cabrón, fuera del Molinón".
El jueves, este mismo informe será remitido a la Comisión Antiviolencia.