28/03/2024 MÉXICO

La violencia sexual contra la población femenina, un arma de guerra en Siria
Damasco: mujer en la calle [Foto: Benjamin Richter via Flickr]

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Las fuerzas del gobierno y más de 1.500 grupos armados en territorio sirio han recrudecido el conflicto creando una de las crisis humanitarias más importantes de los últimos años. Oficinas de la ONU y ONGs han denunciado el uso de la violación como arma de guerra, especialmente contra mujeres y niñas.

Según los últimos informes de la ONU y de otras organizaciones, en Siria se está utilizando la violación a mujeres y niñas como arma de guerra. No es el primer caso: República Democrática del Congo se considera el epicentro de la violencia sexual contra las mujeres, arrastrando unos datos escalofriantes: 4 agresiones sexuales cada 5 minutos.

Lamentablemente, durante siglos, la violencia sexual se ha considerado como algo táctico al conflicto, de carácter inevitable. Después de años de silencio, la toma de conciencia llegó poco a poco hasta que en 1993 se tipificó como crimen de lesa humanidad en el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia.

Las mujeres sirias, objetivo de fuerzas gubernamentales y opositoras

Desde que comenzara el conflicto en Siria en marzo de 2011 numerosas organizaciones internacionales han informado del aumento de violaciones de los derechos humanos en el país: detenciones arbitrarias, ejecuciones extrajudiciales, secuestro, tortura, violaciones y otras formas de violencia sexual. Un clima bélico acompañado de una gran impunidad, que incrementa el miedo entre la población civil y envalentona a los agresores, que se aprovechan de una situación de absoluto caos en un país donde, según ACNUR,  unos 3 millones de personas han abandonado sus hogares huyendo a Turquía, Líbano, Jordania e Irak, y otros 6,5 millones se han desplazado internamente.

El uso de la violación como arma de guerra ha sido una constante durante los tres años del conflicto. Su objetivo, aterrorizar y someter a la población civil. La Comisión Internacional de Investigación sobre Siria, un instrumento de la ONU, ha indicado que existen “bases razonables para creer que las violaciones y los asaltos sexuales estaban siendo perpetrados contra hombres, mujeres y niños tanto por fuerzas gubernamentales como por miembros de grupos de la oposición.” Además, distintas investigaciones desvelan que estos crímenes se cometen en concreto en los asaltos a viviendas, en los puestos de control y en los centros de detención, sean o no oficiales, y a los que llegan numerosas mujeres detenidas de forma arbitraria, sin que quede demostrada su vinculación a ninguno de los frentes.

Vestida para salir por la ciudad [Patrick M. via Flickr]

“We Are Still Here: Women on the Front Line of Syria’s Conflict”  (en español: Aún estamos aquí: mujeres en primera plana del conflicto sirio), documento presentado por Human Rights Watch el pasado mes de julio, recoge las experiencias de 17 mujeres sirias que actualmente están refugiadas en Turquía y que han sufrido distintos tipos de agresiones y violaciones de sus derechos, desde violencia sexual hasta prohibiciones sobre su vestimenta o su libertad de movimiento. En este mismo informe, los observadores internacionales advierten de dos fenómenos cada vez más recurrentes: el uso de mujeres como escudos humanos  y los secuestros que se producen con el objetivo de obtener información de sus compañeros y familiares y, en ocasiones, para intercambiarlas por prisioneros.

El miedo a la estigmatización impide la denuncia

Tal y como señala María Villellas Ariño en La violencia sexual como arma de guerra, esta práctica persigue varios objetivos:


“En primer lugar, tiene una dimensión individual: la del sometimiento de la víctima mediante el terror que provocan los abusos sexuales…Pero por otra parte, la violencia sexual tiene una dimensión colectiva muy importante, puesto que mediante su utilización se pretende humillar a toda la comunidad enemiga y no sólo a la mujer que es víctima de ésta. El cuerpo de la mujer, que es considerado propiedad masculina y propiedad de la sociedad (Mackenzie, 2010: 202), es el medio para transmitir un mensaje de humillación y poder al enemigo”.

En este sentido FIDH (Federación Internacional de Derechos Humanos) ha recogido denuncias de mujeres violadas en público o delante de sus familiares o, incluso, de haber sido abusadas por parte de miembros de su familia que a su vez, estaban siendo forzados a hacerlo.

Mujeres en solidaridad con detenidas sirias [Foto: Freedom House via Flickr]

En este clima de terror y con la impunidad existente es muy difícil poder dar una cifra exacta del número de violaciones. Según se afirma en el informe de FIDH (Federación Internacional de Derechos Humanos) Violence against women in Syria: breaking the silence  muchas mujeres no se atreven a denunciar por vergüenza y miedo a ser rechazadas por sus comunidades o sus parejas, especialmente en zonas rurales o en el sur del país donde las normas religiosas y las tradiciones son más conservadoras. Esto, a su vez, provoca que muchas de estas mujeres no puedan recibir apoyo psicológico para afrontar el trauma, produciéndose también casos de suicidio.  Asociaciones como Syrian Women Association reconocen que, en ocasiones, su ayuda es rechazada por la familia de la víctima que considera como mejor solución el matrimonio para eliminar lo que ellos consideran una vergüenza, llegándose a establecer un compromiso entre víctima y agresor.


A su vez, el miedo a sufrir una violación o un secuestro está empujando a muchas familias a huir de sus casas. Amnistia Internacional afirma que la mayoría de sus entrevistados asegura que la principal razón para salir de Siria es el temor a una violación, un miedo que continúa en aquellas mujeres que viven en campos de refugiados como el de Zaatri, en Jordania, donde la organización ha recibido múltiples denuncias de agresiones sexuales.

Más información sobre este tema en Destruir a las mujeres para desgarrar a la sociedad siria

Ésta es una explicación sin ánimo de lucro

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Ruth L. Ibáñez

Periodista y community manager con experiencia en televisión y medios digitales. Máster en Relaciones Internacionales y Experto Universitario en Social Media. La información internacional siempre estuvo en el objetivo. Desde hace unos años también navego entre series de televisión.


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