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Ciudadanos tensa sus acuerdos con PP y PSOE antes de las generales

Los Gobiernos de Madrid, Andalucía, Murcia, Castilla y León y La Rioja deben negociar las exigencias del partido de Albert Rivera para aprobar los presupuestos

Juan José Mateo
Juan Marín, en el Parlamento de Andalucía.
Juan Marín, en el Parlamento de Andalucía.RAUL CARO (EFE)

Ciudadanos usará la negociación de los presupuestos en las Comunidades donde los Gobiernos dependen de su apoyo para hacer una demostración de fuerza antes de las generales. El partido apoyó la investidura de los candidatos de PP (Madrid, La Rioja, Murcia y Castilla y León) y PSOE (Andalucía) sin dejar la oposición. Eso le permite negociar en las próximas semanas para intentar monopolizar el papel de fiscalizador del bipartidismo. Ayer la formación logró que la Junta de Andalucía anunciara una rebaja en el IRPF tras advertirle de que en caso contrario no apoyaría las cuentas.

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Los acuerdos de los que dependen los presidentes autonómicos investidos con el apoyo de Ciudadanos afrontan una “prueba de fuego”, según describió Cristina Cifuentes, que preside la Comunidad de Madrid. La pérdida de vigor del bipartidismo, reflejada en una sangría de millones de votos en las elecciones autonómicas, provocó la formación de Gobiernos en minoría que ahora necesitan el respaldo de otros partidos para sacar adelante sus cuentas. En consecuencia, los representantes de la formación emergente preparan una batería de exigencias para aprobar los primeros presupuestos que se negocian desde la irrupción de Ciudadanos y Podemos en los Parlamentos autonómicos de toda España. Como dijo Albert Rivera ante las quejas de Cifuentes: “[Si no le gusta] que busque otro socio, Podemos si quiere o el PSOE”.

En Murcia, la formación de Albert Rivera ha pedido ya que el PP rompa el acuerdo de gobierno del Ayuntamiento de Mazarrón, donde ha pactado con dos partidos locales que tienen tres imputados en sus filas. En Castilla y León, Ciudadanos exigirá, entre otras medidas, la supresión del Consejo Consultivo autonómico, que los funcionarios recuperen el poder adquisitivo perdido durante la crisis o blindar la inversión en sanidad y educación — “o tienen cintura y tienen en cuenta nuestras aportaciones, o no tendrán nuestro apoyo”, apuntó un portavoz—. En Madrid, según explicó a este diario Ignacio Aguado, líder autonómico de Ciudadanos, se mirará al detalle la previsión de ingresos, por considerar un “engaño” las de los últimos años. En La Rioja, donde Ciudadanos pedirá el cumplimiento de las líneas marcadas en el acuerdo de investidura, el PP ha convocado reuniones bilaterales con todos los partidos —"pediremos incrementar las partidas sociales, de educación y sanidad", avanzó Diego Ubis, el portavoz —. En Andalucía, finalmente, las negociaciones se prolongan desde hace días y vivieron ayer un capítulo decisivo, cuando la Junta anunció una bajada de dos puntos en el tramo autonómico del IRPF para todas las rentas por debajo de los 60.000 euros anuales.

Bajada del IRPF

Susana Díaz, la candidata de la Junta, propuso esa medida en su programa electoral, pero la vinculó a que el Gobierno central devolviera 1.235 millones de la recaudación del impuesto, que el PSOE considera mal ejecutada. Esa devolución no se ha producido, según explicaron desde la consejería de Hacienda. Desde el organismo también recordaron que Díaz prometió en su discurso de investidura adoptar la rebaja a lo largo de la legislatura. Sin embargo, Ciudadanos considera que ha logrado que la medida se apruebe para 2016 gracias al duro discurso de Juan Marín, su líder local.

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“Si no se produce ningún movimiento del PSOE sobre la bajada del IRPF autonómico [para 2016], será imposible que Ciudadanos apruebe los presupuestos”, avanzó Marín el viernes, calificando su advertencia de “línea roja”. Que la aprobación de la bajada impositiva no suponga que el PSOE logre inmediatamente el apoyo de Ciudadanos es el mejor reflejo de las dificultades a las que se enfrentan ahora los Gobiernos populares y socialistas en minoría. Marín, por ejemplo, se remitirá a algunos de los puntos acordados en el pacto de investidura: aumentar las plazas de sanidad y educación, un plan para autónomos y pymes, reforzar la partida de dependencia, o disminuir los miembros del consejo de administración de la RTVA.

Las negociaciones permiten a Ciudadanos presentarse ante los electores como fiscalizador de los dos grandes partidos justo antes de las elecciones generales. A poco más de dos meses de la cita con las urnas, los presupuestos marcan la agenda autonómica y llenan de argumentos el discurso del cambio político.

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Sobre la firma

Juan José Mateo
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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