TIEMPO RECOBRADO

El mejor oficio del mundo

RECUERDO que hace mucho tiempo leí las memorias de Mark Twain, que contaba la experiencia de su primer día como director de... un diario de agricultura. Nada más llegar a la redacción, un señor de aspecto cadavérico, de larga caballera y embutido en una levita negra irrumpió en su despacho con un mugriento ejemplar enrollado de la publicación.

El misterioso visitante le hizo una mueca a Twain para que guardara silencio y le preguntó si él era el autor de un artículo sobre las aves. El periodista respondió afirmativamente y el intruso comenzó a declamar el texto y luego le preguntó si creía que estaba loco.

Twain le respondió que estaba perfectamente cuerdo y el buen señor le dijo que se alegraba puesto que tenía dudas tras haber quemado su casa, tirado a un vecino por la alcantarilla y haberse fugado de su manicomio.

Reconstruyo la escena de memoria y la duda es si el loco era Mark Twain al meterse en el lío de dirigir un diario de agricultura sin distinguir entre una patata y un nabo o el trastornado que confundía sus deseos con la realidad.

Tiempo después el novelista americano escribió que ser director de un diario era una desgracia que le podía suceder a cualquiera. Yo diría que es una gran suerte y una gran oportunidad.

Cuando tenía 12 años le decía a mi padre que quería ser periodista. Un amigo suyo se burló de mí y yo le respondí furioso que, costara lo que costara, yo sería periodista. No tenía ninguna duda.

Ya entonces esperaba con ansiedad la llegada de mi progenitor a casa a la hora de comer para quitarle 'El Diario de Burgos'. Leía todo lo que caía en mis manos y, especialmente, publicaciones como 'Pueblo', 'Ya' y 'Nuevo Diario', que ya no existen.

Me fascinaban especialmente los reportajes del diario que dirigía Emilio Romero y las fantásticas páginas de deportes que recogían las hazañas de aquel Madrid en el que jugaban Gento, Puskas, Amancio, Zoco y el joven Pirri, que se concentraba los sábados en un hotel de Navacerrada.

El otro día tuve que ocultar las lágrimas cuando leí que Zoco había muerto. Espero que el equipo blanco gane hoy en homenaje al ex capitán madridista y componente del equipo que ganó la sexta frente al Partizan.

Casi 50 años después, soy el director de un diario que va a contar la final de Milán. Y eso no es nimio porque la esencia de nuestro trabajo es también reflejar los sueños de las personas, la vida de la calle, las cosas que pasan a nuestro alrededor y el fluir del tiempo. El periodismo es el arte de relatar el momento pero también es una forma de mirar la realidad.

Éste es el mejor oficio del mundo, el más apasionante y uno de los más nobles porque hay que trabajar las 24 horas al día, asumiendo que es imposible hacerse rico y que somos artesanos de las palabras.

Nuestra obligación y nuestra vocación es contar la verdad, aunque nos equivoquemos todos los días. ¿Acaso hay alguien perfecto? Sin ese impulso, no somos nada.

Yo les digo a los lectores -y se lo juro- que este periódico va a salir adelante. Con sangre, sudor y lágrimas, pero saldrá adelante. Volveremos a ser lo que siempre hemos sido y seremos una referencia permanente en la opinión pública.

No pertenecemos a nadie, no queremos gloria ni riqueza, no ambicionamos poder. Vamos a defender lo que hemos construido durante casi 27 años con nuestro esfuerzo. EL MUNDO nos sobrevivirá a todos porque este medio es de quienes nos leen y quieren un periodismo comprometido con la verdad y la regeneración de este país.

18 Comentarios

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Qué bueno es saber lo que quiere uno, perseguirlo con ahínco, con las caídas de la vida mejorarlo. Lo que tiene sentido, lo que no y frenaste. Aquello que consideras valioso lo elevas como un castillo y pasa desapercibido, se desvanece, solo era trabajo y emoción. Perdura en nuestra memoria lo vivido y deja una lección. Algunos queremos hacerlo todo, hoy quise ser albañil, ayer ingeniero, dibujante, quise ser y siempre quise hacer aquello que veía; pura curiosidad, admiración. Se necesita una vida para saber que aún el esfuerzo más dedicado es solo aprender. Caerte, levantarte y aprender. Felicidades

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Me temo que toda la experiencia acumulada por usted no sirve de nada en un mundo en el que el periodismo corporativo ha perdido toda credibilidad. Y es que tantos años empeñados en buscar el beneficio vendiendo espacio a quienes quieren meter un mensaje entre su público (lease anunciantes y grandes lobbies de opinión) pasa factura. No puedes engañar a mucha gente durante mucho tiempo. Y como creo que usted tampoco domina el fino arte del chantaje, le auguro un futuro más bien corto.

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"Volveremos a ser lo que siempre hemos sido". Seguro que quiere decir "seguiremos siendo lo que siempre hemos sido". Por lo demás, mis respetos hacia David Jiménez que sí obró en orden a que el periódico fuese, de mejor forma, de los lectores. Con él, algunos tuvieron que bajar de la torre de marfil. Si además David Jiménez intentó aminorar la desgracia del ERE, pensando en unos periodistas indispensables, especialmente en una sociedad como la nuestra tan necesaria de tutela ética, con mayor razón mis respetos. En fin, yo, como siempre, metiéndome en camisa of eleven varas (que dicen los ingleses).

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"Nuestra obligación y nuestra vocación es contar la verdad..."Eso espero yo, y seguro que mucha gente. Pero para que la verdad sea realmente verdad, hay que contar la de todos, no sólo la de unos pocos. Si se cuenta sólo la de quien nos interesa, obviando otras, de los demás, pero que son las mismas, se está engañando, y cuando se engaña, la verdad primera deja de serlo.

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El penultimo parrafo, algo desafortunado. El último, no se lo cree usted ni loco.

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Créame, Sr. Cuartango, que confío plenamente en la buena fe de "ese impulso" al que usted hace mención. Le estimo mucho por su hondura cultural y sus valores. Ojalá reflote un medio como éste. Este país se halla en un elijan histórico y precisa de El Mundo para contarlo. Mucha mierda.

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enhorabuena porque es usted un buen periodista y escritor y persona,por eso mismo no creo que dure mucho en un puesto incomodo para gente asi y a merced de los tiburones del poder......recuerde "de la palmadita en la espalda a la patada en el culo hay menos de un metro"

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Suerte, que un tipo templado como usted se la merece. Y cuídenos también a los de la sección de comentarios, que los hay (no he dicho 'habemos') muy buenos.

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Enhorabuena, Sr. Cuartango. Ojalá tenga usted toda la suerte que se merece. Y espero que sus nuevas ocupaciones no nos priven de sus lúcidas reflexiones. Un saludo