Marc Márquez aterriza en Le Mans como flamante líder del Mundial gracias a sus victorias y a su gran regularidad. Es el único de los cuatro fantásticos que no se ha bajado del podio en lo que va del campeonato, aún traicionandose a sí mismo, como el propio Marc reconoció en Jerez al no atacar cuando no tenía opciones de victoria.
"Veremos si nos encontramos en una situación similar a Austin, donde la aceleración en las curvas lentas fue mucho mejor de lo esperado, o si tendremos que encarar un mayor reto. Durante el último test de Jerez trabajamos en la electrónica, la configuración del chasis para conseguir más agarre y también en el equilibrio de la moto, para evitar que se levante la rueda delantera en las aceleraciones", afirma el bicampeón del mundo.
"Me gusta el circuito de Le Mans, aunque habrá que estar preparados porque tiene muchas variables. Para empezar, el clima: nunca sabes qué tiempo hará allí. El año pasado la temperatura subió mucho el domingo y sufrimos con el agarre delantero durante la carrera. A veces también ha llovido. Además, el circuito es de 'stop and go', con muchas curvas lentas donde la frenada y la aceleración son cruciales".
Marc está recuperando las sensaciones sobre una Honda que gana enteros por momentos. "Creo que hemos recopilado información útil para Le Mans. Viendo lo mucho que hemos avanzado desde el invierno y cómo hemos reaccionado a los problemas, me siento con confianza y estoy deseando que llegue el próximo fin de semana de carreras".