Momento crítico

La derrota y la mala imagen ofrecida este pasado fin de semana en Getafe han servido para que se enciendan las alarmas en el Villarreal. Los amarillos saben que deben comenzar a encontrar con urgencia soluciones a los problemas futbolísticos que les están lastrando desde hace ya demasiadas jornadas si quieren seguir peleando con los mejores de la Liga.

La situación no se atisba nada fácil dada la plaga de lesiones que, semana tras semana, deja cada jornada bajo mínimos al equipo entrenado por Marcelino García Toral.

Lo cierto es que, tanto por el problema anteriormente mentado como por otros y variados deméritos propios, los de El Madrigal han caído en barrena desde que, en la jornada sexta, tocaron techo al alcanzar el liderato de la Primera división.

Desplome tras un gran inicio
A partir de ese momento, y cuando se esperaba todavía la mejor versión de un equipo llamado a ir a más esta temporada, la realidad ha sido todo lo contrario. Desde aquel día los amarillos tan sólo han sido capaces de sumar cinco de los 21 puntos disputados en el campeonato de Liga y perder por el camino la solvencia mostrada en la parte inicial del campeonato.

Una única victoria, ante el Sevilla, se ha visto acompañada de dos empates (en las Palmas y en El Madrigal ante el Eibar) y de cuatro derrotas (Levante, Celta, Barcelona y las más reciente en el Coliseum Alfonso Pérez ante el Getafe). Números que, si bien en la primeras jornadas eran propios de equipo de Liga de Campeones, en los dos últimos meses son los habituales de equipo de la zona baja de la tabla clasificatoria.

Con todo, y pese a las buenas temporadas que el Villarreal ha firmado desde la llegada de Marcelino al banquillo de El Madrigal, estos no son los peores registros cosechados en un lapso de tiempo como el presente con el asturiano a lo mandos.

La pasada campaña, pese a finalizar de forma exitosa en la sexta posición, los amarillos tuvieron un bache en la recta final que les llevó a firmar unos pobres registros. En una situación similar a la actual, y con una plantilla muy mermada por las bajas de pesos pesados como Bruno Soriano, Cheryshev, Musacchio o Asenjo, entre la jornada 28 y la 34 tan sólo firmaron cuatro de los 21 puntos en juego, peor incluso que en el actual momento . Los empates ante Córdoba, Valencia, Real Sociedad y Getafe paliaron las derrotas ante Atlético, Espanyol y Sevilla.

Otro bajón parecido
Para encontrar otra racha similar hay que remontarse a la campaña 2011-12, que concluyó con el triste colofón del descenso a Segunda. En aquella, hasta en dos ocasiones firmaron unos registros igual que los actuales. Baches que, por cierto, se llevaron por delante tanto a Juan Carlos Garrido como a José Francisco Molina. Eso sí, la peor racha hasta la fecha fue la protagonizada por Irulegui en la temporada 1998-99 coincidiendo con el debut amarillo en la máxima categoría con 14 jornadas consecutivas sin conocer la victoria. En siete de ellas (de la 30 a la 36), se enlazaron siete derrotas consecutivas . Y no mucho mejor en tiempo más recientes le fue a Ernesto Valverde, quien en la campaña 2009-10, arrancó sumando tan sólo tres de los primeros 21 puntos del campeonato de Liga. Unos números que lastrarían ya su trayectoria como entrenador del submarino para no finalizar la temporada.

El próximo domingo, con la visita del Rayo Vallecano a El Madrigal, los de La Plana están obligados a remontar el vuelo si no quieren ver cómo la situación se agrava todavía más. El calendario, a partir de ese partido, con las visitas de equipos como el Madrid o el Valencia, invita a ser, cuando menos, cauteloso.