¿Observas muchas reticencias por parte de los profesores de ciencias sociales para incorporar estas herramientas en el aula?
Es muy posible que menos que en otras materias, dado que todos los profesores de Ciencias Sociales sabemos que vivimos en un mundo en continua evolución, donde una información queda rápidamente obsoleta, y por tanto es preciso conectar a los alumnos con nodos de difusión de conocimiento más dinámicos y adaptables.

¿Pero hay quien aún no lo ve con buenos ojos?
Sí, hay profesores y profesoras que no se sienten cómodos con las nuevas tecnologías.

¿Cuáles son los mayores tropiezos que esgrimen los detractores de las TIC?
A veces se percibe una especie de dualidad entre contenidos de calidad y medios de calidad: es como si se pensara que el recurso a medios digitales detrae atención respecto a la profundidad de los contenidos.

¿Y los contraargumentos?
La tecnología de aprendizaje y conocimiento provocará que el estilo escolar se aproxime cada vez más a fórmulas de aprendizaje por descubrimiento, con alta sinergia en el intercambio entre iguales (creación de estructuras de generación de conocimiento con morfología rizomática, alejadas de la actual verticalidad de las fórmulas de transmisión del conocimiento). Permitirá centrarse más en el proceso de cómo aprender y, sobre todo, en la estrategia para confrontar escenarios de resolución presididos por la complejidad (porque, como afirma Niger Calder, vivimos en un mundo caótico, en el que los patrones que explican la realidad son complejos, crípticos; y, en la misma medida, contando las herramientas y flujos de trabajo adecuados, debemos y podemos educar para la complejidad).

¿Cómo valora la calidad general del material educativo digital que circula hoy día por internet?
El problema es la “diabetes informativa” que puede provocar si no somos capaces de transformar ese “azúcar” (información) en verdadera “glucosa” (aprendizaje útil): hay material de baja relevancia, toxoinformación, material replicado una y mil veces… Y hay material excelente, impagable, impactante.

¿Qué características debe tener un buen material para que podamos incorporarlo en un aula?
En primer lugar accesibilidad. Por ejemplo, un vídeo de dos horas no es una opción a tener en cuenta. También me parece muy importante la relevancia curricular: hay películas de contenido histórico que no merecería la pena exprimir como contenidos históricos, dado que no es rentable dedicar dos horas de clase para tener algunas pinceladas o ambientaciones de un determinado periodo histórico o artístico, o proceso geográfico.

¿Los profesores pueden producirse su propio material?
Dice Marc Prensky que “si usamos la tecnología para hacer las cosas viejas de maneras novedosas, debemos abandonar las viejas costumbres”. En lo fundamental, el uso escolar de las tecnologías no ha pasado del nivel sustitutivo.

¿Cómo debe plantearse un cambio profundo que vaya más allá de la sustitución?
Para alcanzar una dimensión redefinitoria, la tecnología debe ser planteada como palanca de un cambio metodológico. Por ejemplo, cualquier docente puede hoy en día crear de forma sencilla un videotutorial y compartirlo en la nube con los alumnos. Mediante otras herramientas, puede monitorizar la interacción y comprensión de dicho material por parte de sus alumnos y liberar de esta forma una parte importante del tiempo de clase para tareas en las que, en entorno de aprendizaje social-cooperativo, el alumno reconstruya lo aprendido (el conocimiento no se transmite directamente, aprender es necesariamente vicario: no puede decirse “yo te aprendo”).  Como decíamos antes, es la metodología lo que debe sufrir un cambio profundo.

¿Y el seguimiento del aprendizaje, cómo debería ser?
Con herramientas simples  podemos poner en común lo que cada alumno sabe u opina, “negociar” los significados (negociación semántica), aprender desde la confrontación. Esto es muy necesario ya que fuera de ella no hay aprendizaje, solo adoctrinamiento.

¿Qué 3 pautas darías a aquellos profesores que les gustaría editarse el propio material para trabajar en el aula?
En primer lugar, les diría que apuesten por herramientas simples de generación de contenido. La complejidad no tiene porqué ir de la mano de la calidad.
En segundo lugar, que tengan en cuenta la posibilidades de difusión o puesta en juego que ofrece cada herramienta.
Y, por último, que analicen el impacto cognitivo que es previsible, y diseñen esos productos no “per sé”, sino en el marco de un verdadero diseño instruccional.

¿A la hora de escoger una plataforma de aprendizaje colaborativo, que consejos darías a los profesores para escoger la que más se adapte a sus necesidades? ¿Qué aspectos deben observar?
Por ejemplo, para mi es importante que se trate de herramientas multiplataformas, y específicamente útiles para soportes móviles (teléfonos, iPad u otras tablets), ya que el alumno de hoy en día demanda ubicuidad en el acceso a la información, también a la información académica. Es importante además optar por soluciones que potencien la interactividad, que no sean un mero repositorio de contenido.

En clave de didáctica de ciencias sociales y más concretamente de Historia. ¿Qué posibilidades ofrecen los contenidos digitales frente a los analógicos para aprender estas disciplinas?
Para empezar, hay que reconocer que gracias a las tecnologías podemos facilitar entornos personalizados de aprendizaje (cada alumno obtiene las herramientas adecuadas a su competencia, intereses y potencialidades), poner a los alumnos en contacto con redes de difusión especializadas en sus verdaderos campos de interés, proporcionar entornos de aprendizaje dotados de alta interacción, o buscar espacios donde los alumnos puedan aprender en red, siendo parte activa de la misma.
Las metodologías de aprendizaje emergentes no van a resultar indemnes de las aportaciones tecnológicas, de la misma manera que venimos observando recientemente cómo las tecnologías cada vez son diseñadas más en función de las necesidades metodológicas, como fomentar la dimensión dialógica del conocimiento. Es inevitable y positivo que entre ambas instancias se establezca un proceso dialéctico de confluencia de intereses, tanto en su diseño como en su uso.

¿Cual ha sido el material o la posibilidad más sorprendente que te han ofrecido las TIC en el ámbito de la didáctica de la Historia?
Algunas herramientas de acceso a datos dinámicos, como Gapminder Word, y, en otro registro totalmente distinto, los Sistemas de Información Geográfica.

Acerca del autor

Tiching

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Comentarios (1)

  • Carlos Quishpe Cabrera

    Los tic en el aula dinamizan el aprendizaje, destacando la diversidad etnico cultural del alumno, especialmente, en el bchillerato internacional, pero quisiera una recomendación, ayuden con la direccion a donde podamos acceder para selecionar información bibliográfica que garanticen fiabliidad académcia y pedagógica.

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