Avanzan en cada pedaleo con un único objetivo en mente: la seguridad ciudadana. En torno a cuarenta personas componen la Unidad Ciclista Lince del Samur, que recorre las calles de Madrid para realizar atenciones con eficacia y en el menor tiempo posible. Su mayor complemento es su medio de transporte, la bicicleta.
Gracias a ella pueden acudir a lugares de difícil acceso para otras unidades y llevar a cabo atenciones sanitarias eficientes. «La principal ventaja es la movilidad es un medio de transporte muy ágil y menos agresivo que una ambulancia y cuando hay una gran aglomeración llegas más rápido», asegura Roberto Brea, el Jefe de escuadra de la Unidad Ciclista Lince Samur.
Los linces han ofrecido su ayuda en uno de los días más multitudinarios de la capital. La Cabalgata de Reyes congrega a miles de personas y necesita contar con unidades para auxiliar en caso de emergencias. Ellos estuvieron ahí brindando su ayuda a las autoridades y tendiendo una mano para agrandar la cobertura del evento. Todos los miembros de esta patrulla son voluntarios, la mayoría de ellos disponen de un trabajo, que complementan con esta labor de asistencia sanitaria.
La unidad Lince tiene habilitada una base que se encuentra dentro de las instalaciones de la sede central de SAMUR-Protección Civil. En ella es donde se guarda todo su material. Las bicicletas que están dentro de la base son las que están operativas para salir de guardia en cualquier momento, pero además, cuentan con un remolque operativo, que les permite acercarse a la zona de trabajo y con el que acudieron a las inmediaciones de la Cabalgata.
Es el vehículo idóneo para las grandes aglomeraciones de gente en la calle
Una vez llegaron al punto de encuentro, todos los linces, dispuestos con sus equipos, se formaron en círculo para escuchar atentamente al jefe de la unidad y empaparse de la información necesaria. Luego llegó la hora de un pequeño calentamiento y, una vez listos, se armaron en sus bicicletas para rodar.
Formados en un pelotón dividido en parejas, recorrieron el Paseo de la Castellana ante los aplausos y los vítores de las miles de personas que se agolpaban en las gradas. Una vez realizado el recorrido, las parejas se dispersaron por los distintos sectores del evento para asegurarse así de que ninguna zona se quedaba libre de protección. Una vez situados, esperaron a la salida de todas las carrozas, el momento más esperado y el que más aglomeración implica, por lo que debían estar atentos.
Cuando sucede algo, reciben el aviso de la central para acudir lo más rápido posible y, una vez en el lugar en el que se ha producido el daño, realizan una primera valoración y asistencia gracias a su preparación. En caso de que fuera necesario, tienen la potestad de alertar a una ambulancia, para realizar un traslado, una UVI, en la que viajan además un médico y un enfermero, o a un soporte vital básico.
La mayoría de los 40 miembros de la unidad Lince son voluntarios
La unidad Lince puede efectuar una atención completa sin necesidad de trasladar una ambulancia a un sitio de difícil acceso y terminarla de manera satisfactoria. Para ello, llevan en sus alforjas el equipamiento de una ambulancia convencional, con instrumentos como el desfibrilador, para paradas cardiorespiratorias, oxígeno o material de curas.
«Normalmente en la Cabalgata controlamos las gradas, cualquier caída, ponemos en contacto con la policía a niños que se pierden y también realizamos parte sanitaria y de protección civil con vehículos, suele ser un servicio tranquilo, pero se mueven muchas autoridades», asegura Roberto. Desde hace 15 años la patrulla realiza el despliegue en la Cabalgata de Reyes, y siempre en colaboración con otras unidades y en contacto con los bomberos y la policía municipal.
El trabajo de los linces no se reduce a la Cabalgata, sino que también ofrecen cobertura en los grandes parques y zonas verdes de Madrid, en especial la Casa de Campo, Retiro, Madrid Río y Parque Juan Carlos I, además de Servicios Programados en los que existen grandes espacios a cubrir no aptos para vehículos a motor o en los que la masiva presencia de público harían peligroso el movimiento de éstos. Entre los más conocidos, además de la Cabalgata, cabe destacar el Maratón de Madrid, el Dispositivo Especial de Navidad en la Zona centro o pruebas deportivas en parques.
