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El mágico camino de Finisterre a Santiago de Compostela
Recorre la Costa de la Muerte, la Galicia rural y la monumentalidad compostelana en un viaje del 21 al 26 de julio para celebrar el día del Apostol
La belleza de Galicia bien merece una visita. Con sus verdes bosques y abruptos acantilados; bellas ciudades y entrañables pueblos; sus rías y como no, sus caminos que se entrelazan hasta llegar a Santiago, destino final de la ruta.
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Uno de los más bellos caminos es sin duda el que va de Finisterre a Santiago de Compostela . El comienzo de la ruta no podía ser más evocador. Las recortadas costas y el oleaje rompiendo en las escarpadas rocas de Finisterre constituyen uno de los espectáculos más hermosos que nos ofrece la naturaleza gallega. Cuenta la leyenda que era el cabo de Finisterre el auténtico término de las antiguas peregrinaciones paganas -anteriores a la cristianización- porque estaba considerado el lugar donde se acababa el mundo, donde el océano se abría ante una enorme inmensidad inexplorada.
La luz que guía en las aguas
En la actualidad decir Finisterre es hablar de la Costa de la Muerte y las mejores vistas panorámicas se pueden apreciar en uno de los más privilegiados lugares: su faro, el más importante de esta costa que con su luz guía a los barcos en su navegación por estas aguas peligrosas por los temporales que se producen y los arrecifes que existen. El edificio actual es de 1868 y es el lugar más visitado de Galicia después de la Catedral de Santiago de Compostela.
En el pueblo de Finisterre el peregrino no puede dejar de visitar su monumental casco histórico haciendo una parada en la iglesia de Santa María das Areas, construida a finales del S. XII, lugar donde se encuentra la imagen del Santo Cristo de Finisterre. Frente a la Iglesia se encontraba el hospital del peregrino , fundado por el párroco Alonso García en 1469. Para los amantes del buen comer aquí podrán apreciar los sabores de la amplísima gastronomía gallega donde sin duda el marisco es el rey de la mesa.
Abandonamos Finisterre para visitar la pequeña aldea coruñesa de Olveiroa , un enclave rural típico gallego que ha sabido reinventarse para ofrecer lo mejor de su tierra a los peregrinos que a diario hacen parada en el pueblo donde lo más llamativo son sus centenarios hórreos, características construcciones de Galicia y Asturias que se hallan en un excepcional estado de conservación. En el centro de la aldea está situada la iglesia de Santiago de Olveiroa, una construcción del siglo XVIII de arquitectura románica.
El camino se aleja ahora de la costa para adentrarse unos kilómetros en el interior, con parada en Negreira en las proximidades de la capital gallega: Santiago de Compostela meta final de los peregrinos que recorren las diferentes etapas del camino. Negreira presenta auténticas joyas medioambientales en las que poder disfrutar de su rica y fascinante naturaleza.
Como no podía ser de otra manera no hay mejor final de viaje que llegar a Santiago de Compostela en día del Patrón de España, el 25 de julio. El casco viejo de la ciudad compostelana, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, atesora un extraordinario conjunto monumental. Su majestuosa catedral, ubicada en la célebre Plaza del Obradorio, es el destino más anhelado por los peregrinos que recorren el Camino. Desde el parque de la Alameda podremos disfrutar de unas inmejorables vistas de la ciudad.
Los lectores de ABC que lo deseen podrán disfrutar de este mágico camino en un viaje de seis días, del 21 al 26 de julio , ideado para visitar el tramo desde Finisterre hasta la capital gallega.
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